Árboles de madera dura, de porte más o menos elevado. Nudos sin apéndices. Hojas alternas, opuestas o en verticilos de 3, a veces subopuestas o subverticiladas. Inflorescencias terminales, a veces axilares, cimosas, pauci- o multifloras, en agregados de dicasios, a veces tirsiformes, en general tornándose laterales e interpeciolares por crecimiento de una rama a partir de la yema axilar de una hoja inferior. Flores pequeñas, blancas, amarillas, rosadas o verdosas. Cáliz pentapartido, de lóbulos imbricados, interiormente inapendiculados. Corola hipocraterimorfa; tubo cilíndrico, dilatado a la altura de los estambres, exteriormente surcado por detrás de las anteras, interiormente
inapendiculado; limbo de lóbulos levocontortos, ovados a lanceolados. Estambres inclusos; filamentos cortos, subcilíndricos; anteras libres, angostamente ovadas, de ápice agudo y base inapendiculada. Ovario de dos carpelos libres; disco basal obsoleto. Estilo breve; cabeza estigmática engrosada, biapiculada. Óvulos numerosos en cada carpelo. Folículos de contorno orbicular, oblongo u obovado, asimétricos, comprimidos, con dehiscencia por la sutura ventral y a veces también por la zona dorsal. Semilla orbicular a ovada u obovada, muy comprimida, con ala papirácea más o menos concéntrica.
Distribución:
Aproximadamente 50 especies de América cálida, desde el sudeste de México hasta Uruguay y centro de Argentina, muchas de ellas muy apreciadas por su madera de buena calidad. En nuestro país existen 4 especies.