Inflorescencia sin espata. Una flor masculina; filamento corto; antera monoteca, bilobada, basifija; polen esférico, granuloso. Una flor femenina, siempre más próxima a la base; ovario con un óvulo casi ortótropo, basal; estilo corto, bruscamente expandido en un estigma cóncavo, circular. Utrículo asimétrico. Semilla elipsoidal, inclinada en el utrículo, con opérculo que no es recubierto por el tegumento externo. Floración protógina. Fronde aplanada, asimétrica, sin raíz, con un bolsillo vegetativo triangular, abierto por una hendidura en la base de la fronde. No hay elementos vasculares o están representados solamente por algunas células alargadas. Células epidérmicas con las caras rectilíneas o muy poco flexuosas, muchas veces pigmentadas. No hay estomas pero aparecen en la región que queda fuera del agua cuando la planta florece. No hay células cristalóforas. La fronde hija queda unida a la fronde materna por un estipe corto o largo, persistente o caedizo, que deja cicatriz en un ángulo del bolsillo o en el lado inferior del mismo, a la izquierda o derecha de la línea media. Una sola inflorescencia alojada en una cavidad dorsal ubicada a la derecha o izquierda del bolsillo vegetativo, paralela a uno de sus lados, aquel que lleva el estipe o su cicatriz; las flores emergen por una hendidura desgarrada que se abre en la cara dorsal de la fronde. Sumergidas, flotan libremente en el agua o justamente debajo del nivel de la misma, cuando florecen emerge la porción que lleva la flor.
Distribución:
Género con 10 especies, restringido a regiones de clima cálido a tropical de América y África. En Argentina crecen 2 especies.