Arbustos o árboles, espinosos o inermes, con indumento de tricomas escuamiformes o estrellados. Hojas alternas u opuestas, simples, pinnatinervadas, caducas o persistentes, pecioladas, sin estípulas. Inflorescencias axilares, fasciculadas o racemosas, raramente con flores solitarias. Flores perfectas o diclinas, actinomorfas o zigomorfas, apétalas; receptáculo rodeando el ovario, constricto en el ápice, persistente, a veces prolongado formando un hipanto en las flores perfectas y pistiladas, cupuliforme o plano en las estaminadas; perigonio corolino 2-4-mero, de prefoliación valvar; androceo compuesto por 4-8 estambres alternisépalos, con los filamentos breves o nulos, soldados al hipanto o a la base del perigonio; anteras dorsifijas, 2-loculares, de dehiscencia longitudinal; gineceo con ovario súpero, 1-carpelar, 1-locular, con 1 óvulo anátropo, de placentación basal; estilo terminal, linear; estigma terminal. Fruto una pseudodrupa con el receptáculo carnoso, persistente y acrescente. Semilla 1, con o sin endosperma.
Distribución:
Familia representada por tres géneros y ca. 50(-90) especies de regiones templadas y subtropicales del hemisferio Norte, Asia tropical y Australia septentrional. En la Argentina sólo se encuentra el género Elaeagnus con una especie naturalizada en áreas bajo riego.
Familia de poco valor económico, los frutos de algunas especies son comestibles y son una buena fuente de vitamina A, C y E. Muchas especies son cultivadas como ornamentales. En las raíces se encuentran nódulos formados por actinomicetes simbióticos capaces de fijar nitrógeno atmosférico, lo cual les permite crecer en suelos muy pobres en ese elemento.