Árboles o arbustos monoicos o dioicos, perennifolios o deciduos, aromáticos. Ramas erectas o extendidas. Hojas opuestas,
decusadas o 3-4 verticiladas, usualmente heteromorfas según la edad de la planta, a menudo lineares cuando jóvenes y
escuamiformes en plantas adultas, cubriendo completamente las ramas. Conos masculinos a menudo terminales, generalmente
solitarios o a veces agrupados en corto número, sésiles o subsésiles, cilíndricos a ovado-elipsoides u oblongoides; microsporofilos
opuestos o verticilados, peltados; sacos polínicos 2-10 por cada microsporofilo, libres, dehiscentes longitudinalmente. Conos
femeninos terminales, solitarios, globosos u ovoides, sésiles o pedunculados; macrosporofilos fértiles opuestos o verticilados,
dispuestos apretadamente (los basales y/o terminales a menudo estériles), portando 1 a varios óvulos ortótropos; a la madurez
los macrosporofilos se tornan leñosos, a veces carnosos y coalescentes (Juniperus). Semillas aladas o ápteras. Cotiledones
comunmente 2, a veces hasta 6(-9).
Distribución:
La familia Cupressaceae en sentido amplio (incluyendo a las Taxodiaceae Warm.), cuenta con 29 géneros y 133 especies,
distribuidas en regiones cálidas a templado-frías de ambos hemisferios. En la región andina del sur de Chile y Argentina crecen tres
géneros monotípicos (Austrocedrus, Fitzroya y Pilgerodendron); adicionalmente, se han registrado tres especies adventicias, una
de Juniperus, en la provincia de Río Negro, y las restantes de Cupressus, en Córdoba.
Observaciones:
La importancia económica de la familia radica en el valor forestal de muchas de sus especies, así como en el caracter ornamental
de las mismas.