Hierbas perennes de gran porte, erectas, con rizomas breves, delgados o tuberosos. Hojas alternas, penninervadas, de lámina grande, cuando joven enrollada, sin lígula, con pecíolo envainante, no articulado. Inflorescencia terminal, racimosa, bracteada. Flores bisexuales, asimétricas, cíclicas, heteroclamídeas. Cáliz de 3 sépalos, imbricados, subiguales, persistentes. Pétalos 3, subiguales o uno algo más pequeño, generalmente soldados en la base. Estambre único, mitad estéril, petaloide y mitad fértil con una antera marginal, monoteca, más o menos soldado en la base con el estilo. Estaminodios 2-4, petaloides, uno de ellos, el labelo, recurvo. Pétalos, estambres y estaminodios soldados en la base. Ovario ínfero, 3-locular, subgloboso, con numerosos óvulos, anátropos, biseriados, de placentación axilar; estilo laminar, petaloide, con estigma apical, transversal. Fruto cápsula, trilocular, verrucoso, loculicida, a veces indehiscente; semillas generalmente esféricas, con perisperma blanco, duro y endosperma delgado, embrión recto.
Distribución:
Un solo género, Canna, de alrededor de 60 especies, la mayoría de América tropical y subtropical, con algunos representantes en África tropical y Asia sudoriental. En la Argentina con 5 especies.
Usos. Las Cannáceas se cultivan por sus hermosas flores, presentándose numerosos híbridos naturales y de jardines. De los rizomas de Canna edulis Ker-Gawl, especie de las Indias occidentales, se extrae una clase de fécula comestible con la que se prepara una especie de “arrow-root”, arrurruz.