Plantas perennes, de tallos gruesos, carnosos, verdes, columnares, globulares o aplanados, articulados o no, arbustivas o arbóreas, terrestres, epífitas o trepadoras. Aréolas distribuidas espiraladamente en los tallos, las que llevan espinas, un tomento lanoso y en algunos casos hojas cilíndricas muy reducidas o rara vez aplanadas, notables, y gloquidios. Flores perfectas, espiraladas, generalmente actinomorfas o zigomorfas por curvatura del tubo, rotáceas, acampanadas, infundibuliformes o hipocraterimorfas, solitarias y sésiles, excepcionalmente en racimos y pedunculadas. Ovario infero, unilocular, de placentación parietal, con numerosos óvulos anátropos. Pericarpelo desde largo a corto o nulo. Perigonio con las piezas externas sepaloides, interiores petaloides. Androceo formado por una o dos series de estambres, los que nacen de la parte interna del tubo floral; filamentos largos, anteras de dehiscencia longitudinal. Estilo simple, cilindrico o claviforme, hueco, terminando en un estigma plurilobulado, papiloso. Fruto baya o también cápsula, dehiscente o no, frecuentemente umbilicado, muchas veces con gloquidios, espinas o pelos en las aréolas o en la axila de las escamas, o completamente lisos. Semillas con el embrión recto o curvo, con dos cotiledones a veces muy reducidos; perisperma abundante o no; endosperma generalmente muy escaso.
Distribución:
Familia exclusivamente americana, con unos 200 géneros y 2000 especies (la especie de Rhipsalis encontrada en África y Asia se considera adventicia), típicas de regiones áridas, pero también representadas en selvas tropicales y en zonas templado-húmedas. Las dos áreas de mayor densidad de especies se encuentran sobre los trópicos. En la República Argentina se encuentran unos 36 géneros con alrededor de 300 especies, distribuidas en casi todas las provincias fitogeográficas, siendo especialmente notables en el dominio chaqueño: provincias del Chaco, del Espinal, de la Prepuna y del Monte.